Era un riesgo, claro, y el Athletic se aprovechó: despeje en corto y al centro de Gudelj para que Vesga, con un zurdazo sin dejarla caer, bata a Dmitrovic por bajo. Tocaba volver a remar, aunque los visitantes apretaban igualmente en pos de la remontada: al disparo bloqueado al marroquí llegó otra acción similar, con los Williams de protagonistas. Nico propició el paradón del cancerbero balcánico con los pies a falta de diez para el epílogo, con lo que la prioridad empezaba a ser no perder. Iñaki, en el 87, cabeceó absolutamente solo en el corazón del área pequeña a pase de Muniain, pero, afortunadamente para los intereses sevillistas, el remate se fue alto, como el posterior de zurda de Raúl García en posición igualmente ventajosa.